Alma


Alma mía, que sufres
Por los que te rodean,
Te has convertido en el sepulcro
De todos los que penan en la tierra.

Sus cuerpos embalsamas,
Les consagras tus versos,
La lira, sollozante,
Alza por ellos un lamento.

En nuestra época egoísta
Defiendes el temor y la conciencia
Como una urna funeraria
Donde reposen sus cenizas.

Los tormentos de todos
Te han puesto de rodillas.
Hueles a polvo de cadáver,
A fosas y a obitorios.

Alma mía, escudilla,
De todo, todo aquello que aquí has visto,
Has ido haciendo una mixtura
Triturando, lo mismo que un molino.

Y muele todavía
Cuanto me ha sucedido,
Casi cuarenta años de esta vida,
En humus de las tumbas.



Borís Pasternak

 

 

 

 

Licencia Creative Commons
Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución 4.0 Internacional.