Palabras para mi
Estoy mirando en
mi interior. No es fácil
confrontar con uno mismo.
Que difícil aceptar que
simplemente sigo siendo la misma
niña soñadora que fuí a los 12,
a los 15 y a los 20 años.
Hoy a mis 40 años y algo más..
¿saben que vi? Ví simplemente un
corazón que grita con fuerza
que no quiere entregarse a la
oscuridad de ninguna depresión
porque siempre pensé, aún en
mis peores momentos,
que la vida es linda;
que absolutamente nada ni nadie
vale la pena para que uno
sufra... que uno destruya sus
sueños.
La vida pasa,el tiempo no
vuelve.
¡No...no voy, no quiero perder
mi sonrisa!
No quiero perder mis ilusiones.
Mi vida recién comienza
de una manera distinta, es
verdad. Pero estoy viva.
A veces, cuando tocamos fondo,
nos damos cuenta de lo mucho
que tenemos.
Hoy me he dicho: tengo mis
hijos, mis padres, mis hermanas,
mis sobrinas
y sobre todo, el Amor de Dios
que día a día me contiene y
me demuestra su Amor a través de
mis hijos, hijos maravillosos
sanos que no se merecen una
mamá apagada,
una mamá a la que aún le falta
ver a los hijos de sus hijos.
Todavía creo que me puedo
enamorar... no se de qué ni de
quién,
pero... esa etapa terminó...
¿terminó?
Otra etapa de mi vida comienza
hoy y tengo la obligación de ser
feliz.
Los tiempos duros van quedando
atrás. Poco a poco sé que
voy a poder seguir.
Hoy recuperé mi Fe. Hoy me
siento una mujer madura.
Hoy, esta mujer que nace,
sabe lo que quiere y adónde
va.
Hoy, amigas y amigos, les digo:
esta mujer de 40 y pico no
perdió la ilusión.
Esta mujer apuesta al amor pero
sin dejar nada de lado
manteniendo intacta su niña
interior…
Sin bajar los brazos y sin
dejar de agradecer a Dios.
Sin dejar de creer en Dios y
creyéndole a Dios...
M.G
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